jueves, 18 de septiembre de 2008

ADIOS AL SUEÑO AMERICANO

Adios.
Bye, bye, american dream!
Patético --por lo menos-- resulta ver a los empleados, ¡perdón!, ex empleados de Lehman Brothers ofreciendo sus tarjetas de presentación a los transeúntes en la calle.
¡Se quedaron en la calle!
Literalmente.
Pero no son los únicos, también miles se han ido a la calle provenientes de General Motors, IBM, HP, Ford y no se diga Chrysler.
¿Qué sucede con esas personas?
Normalmente se trata de empledos altamente especializados en sus labores.
Es obvio, que si quiebra Lehman Brothers, los demás bancos andan igual o peor y por tanto, no están contratando. En cuanto al sector automotriz, es la misma historia.
Entonces, ¿qué hace para sobrevivir uno de estos desempleados?
Por si fuera poco, dejarán de pagar la hipoteca, el automóvil, el refrigerador y los zapatos.
Tendrán que aprender un nuevo modo de vida: "The American Nightmare", un mundo donde no habrá parientes, amigos o compadres que les ayuden a sobrevivir ya que, para llegar a donde estaban, debieron deshacerse de las "cargas" emocionales, en pos del triunfo en una competencia demencial.
Un programador, actuario o diseñador de automóviles no está capacitado socialmente para trabajr en Mac Donalds, aparte de que no lo emplearían porque ya representa un riesgo, debido a la edad.
Así, contemplamos el adiós al sueño americano.
De cualquier manera, siempre fue eso, un sueño.

CARSTENS: UN OBESO CHISTOSO

La obesidad es, desde luego, una enfermedad.
El Señor Carstens, es, por tanto, un enfermo.
poner a un enfermo evidente a manejar las finanzas nacionales es, de facto, un mal chiste.
Y este gordo es chistoso, sin duda.
Nada más baste leer sus declaraciones en cuanto a que los poblemas financieros de Estados Unidos no afectarán nuestra economía.
¡Dios nos coja confesados!