LA LÓGICA DEL ABSURDO

El ser humano es básicamente un aparato transmisor.
No solo en lo referente a su genética y costumbres sino que, en la actualidad, es un transmisor de la tecnología.
Los teléfonos celulares ejemplifican lo anterior con suficiencia.
Sin embargo, también transmitimos ideas, no siempre muy afortunadas.
Nos enseñan o nos dicen algo y prácticamente nunca cuestionamos aquello que escuchamos y, así, lo transmitimos.
Si un líder de opinión --sin importar su grado de imbecilidad-- dice algo, la gente lo cree a pies juntillas.
Y además, lo transmite.
De esta manera, alguien dijo que había que prohibir el humo del tabaco y la transmisión fue rápida y concisa.
Hoy, los fumadores son técnicamente unos delincuentes.
Pero, ¿alguien se ha puesto a pensar que las mismas autoridades que prohiben fumar permiten los vehículos a diesel?
¿No son los mismos que tienen y mantienen un aeropuerto absolutamente toxico --y mortalmente peligroso-- en medio de la ciudad?
¿No son los mismos que promueven la venta de automóviles y gasolinas?
¿No resulta ridículo que en la mesa de junto un tipo se meta nueve cubas y yo no pueda fumar un cigarrillo porque soy un peligro para la salud?
Pero tiene su lógica.
Porque es absurdo.
Coartar la libertad ciudadana no mejora a los pueblos.
Jamas.
Así se empieza, por prohibir cositas aparentemente sin importancia y por el bien de todos y es una buena manera de polarizar --aún más-- a la población..
Yo le exigiría a los señores diputados que votaron a favor de la ley antitabaco que dejen de usar sus automóviles que contaminan cientos de veces más que un fumador.
Y a sus esposas y las señoras que se aterran cuando alguien saca un cigarrillo les diría que dejen de utilizar sus ridículos camioncitos que nada más queman y queman combustibles fósiles, altamente cancerígenos y que NADIE se atreve a cuestionar.
Esta bien proteger la salud de la población, pero prohibir el humo de tabaco en la Ciudad de México es el equivalente a prohibir los fuegos pirotécnicos en las inmediaciones de Chernobyl.
Sin embargo, la gente aplaude la medida y, una vez más, el absurdo impone su lógica.

ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Hoy: Los Noruegos y el ser humano.
Resulta muy curioso analizar que en cualquiera y en todas las especies, el triunfo consiste en la supervivencia, en la permanencia de la especie en la Tierra.
Pero no en el humano. Nosotros catalogamos como de mayor progreso a esa parte de la especie que ha desarrollado mejor su economía, que vive mejor.
Sin embargo, los Noruegos, por ejemplo, prácticamente no se reproducen.
Si el triunfo real es la permanencia en el planeta, el peor fracaso consiste en no reproducirse.
Entonces, la lógica sería: a mayor progreso, menor probabilidad de supervivencia, aunque, con mejor nivel de vida, sobre todo, en lo referente al consumo.
Y, si han progresado tanto, ¿por qué tienen una tasa tan alta en suicidios, alcoholismo y depresión en general?
¿Por qué deben vivir en condiciones infrahumanas, calentados y enfriados artificialmente todo el tiempo?
El ser humano ha olvidado su verdadera función, que es reproducirse, o sea, cuidar a su especie y no el construír puentes más largos o automóviles más veloces y edificios cada vez más altos.
Esto es, si deseamos permanecer en el planeta.
Mientras no cuidemos del vecino, estamos condenados, al igual que el pueblo que no se reproduce.
Solo dos, de las incontables especies, en peligro de extinción.

ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Hoy: La Rata de Alcantarilla y el ser humano
La Rata de Alcantarilla solía ser común. Se encargaba de limpiar buena parte de la basura que el ser humano fervientemente fabrica día con día. De una u otra manera, aquellos heróicos y ecológicos roedores, mantenían el medio ambiente más o menos controlado.
Sin embargo, el ser humano, en su eterna lucha por mejorar, empezó a llenar las alcantarillas con desechos de --y/o-- combustibles fósiles que tarde o temprano terminaron eliminando a la mencionada rata, si no es que volándola en mil pedazos, como a sucedido en ocasiones.
Desde luego, a la rata la tienen sin cuidado las travesuras de la rata mayor.
A final de cuentas, la musaraña gigante debe conseguir combustibles, cada vez más caros, contaminantes y escasos, para poder mover automóviles cada vez más grandes y potentes, con mayor consumo de combustibles.
Buena idea.
De una u otra manera, ya casi acabamos con la Rata de alcantarilla y de paso, con el ser humano.
Dos, de las múltiples especies en peligro de extinción.

ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Hoy: La Araña de la Zona Rosa y el ser humano.
El arácnido de tal zona se encuentra al borde de la desaparición de la faz de la tierra por dos razones: casi nadie la conoce --ni ella misma, dicen-- y a nadie le interesa.
Deambula de noche y madrugada, a ver qué cae en su telaraña.
Cada día tiene menos chamba y debe dedicarse a otras actividades como cantar en el metro con minifalda, enseñando los calzones o ser guía de turistas en Catedral, con traje sastre.
Por otro lado tenemos al ser humano, siempre intentando mejorar en todo, empezando con las armas para acabar con la propia especie.
Existen variedades de Napalm --W 77, Chicharron maker, gelgas-- para cada necesidad.
Las bombas de racimo no dejan de ser una idea sorprendente.
Desde luego, la araña de la zona rosa no piensa en estas cosas, está más preocupada tratando de pagar el alquiler del cuarto de servicio que le rentan en la unidad Morelos.
Sin embargo, si un turista nocturno se encontrara con tal araña, frunciría el entrecejo y pensaría que se trata de un especimen "politcally incorrect", aunque el que emitiera el pensamiento fuera un alto directivo de la "Napalm & General Cosmetics Co.".
Así las cosas, una plegaria por la araña de la zona rosa y otra por el ser humano. Dos, de las innumerables especies en peligro de extinción.