Las azoteas son el lugar de desperdicio por excelencia.
Donde ya no hay casa habitación ni nada, puede haber plantas y/o animales.
El hambre ya está aquí.
Ya no es una amenaza.
Podemos enfrentarla si nos organizamos.
Lo primero que hay que hacer es adecuar una azotea, terraza o cualquier espacio soleado y disponible.
Se pueden comprar cabras, gallinas, codornices, faisanes, conejos.
Suena a utópico pero ahora es a la fuerza.
Tener huevos disponibles, carne, leche --en potencia quesos-- en un espacio que no utilizábamos es una ganancia total.
Desde luego que hay que adquirir los animales, pero, ¿cuánto cuestan? ¿Cuánto cuesta para el caso una fiesta de cumpleaños o una borrachera?
Y las fiestas no nos ayudan a comer y las borracheras no traen nada bueno.
Supongamos por un momento que la familia Gomez tiene en su azotea un par de cabras, unas tres o cuatro gallinas y dos parejas de conejos. Al mismo tiempo, en sus macetas siembra maíz, frijol, chile, jitomate y papas.
Tendrá a su disposición un salvavidas para el temporal que arrecia.
Por otra parte, subir a la azotea se convierte en un insospechado placer y en un contacto con la Naturaleza.
Hay que hacerlo.
¡Ya!
sábado, 31 de mayo de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
BUSH ES BUENA ONDA
Es en serio.
Casi siempre está contento o ausente.
Sonriendo --aunque sea con odio-- y hasta bailando.
Dicen que hasta se zumba a Condoleeza --no me consta, pero eso dicen--.
Lleva con orgullo el hecho de ser el peor presidente en la muy breve historia de su país.
No se avergüenza de nada.
Ni siquiera se sonroja.
Dice --él mismo--, incluso, que, de poder, haría todo igual y hasta peor.
Por otro lado, no creo que Bush tenga el tiempo --ni la capacidad-- para pensar en lo que sucede con una bomba de W77 --antes Napalm-- o una lindeza como un proyectil de uranio decantado.
Además, estoy convencido de que él está convencido de que lo que hace es lo mejor para todos, nos guste o no.
La convicción es lo primero que se necesita para lograr cualquier meta y es, de esta manera --a fuerza de pura convicción-- que un presunto idiota gobierna el mundo desde la Casa Blanca.
Casi siempre está contento o ausente.
Sonriendo --aunque sea con odio-- y hasta bailando.
Dicen que hasta se zumba a Condoleeza --no me consta, pero eso dicen--.
Lleva con orgullo el hecho de ser el peor presidente en la muy breve historia de su país.
No se avergüenza de nada.
Ni siquiera se sonroja.
Dice --él mismo--, incluso, que, de poder, haría todo igual y hasta peor.
Por otro lado, no creo que Bush tenga el tiempo --ni la capacidad-- para pensar en lo que sucede con una bomba de W77 --antes Napalm-- o una lindeza como un proyectil de uranio decantado.
Además, estoy convencido de que él está convencido de que lo que hace es lo mejor para todos, nos guste o no.
La convicción es lo primero que se necesita para lograr cualquier meta y es, de esta manera --a fuerza de pura convicción-- que un presunto idiota gobierna el mundo desde la Casa Blanca.
martes, 27 de mayo de 2008
OTRO DIOS, OTRO HOMBRE (I)
Me llama la atención la manera como la gente se expresa de cosas que da por hechas, aunque nunca se hayan hecho.
"Es peor que tragar mierda"
"Eso no sucede ni en Marte"
"Ni en un millón de años"
"Mi vida es un infierno"
Pero, sin lugar a dudas, hay cosas en verdad sorprendentes:
--Rézale a San Pituitario, Él, con su infinita misericordia, te va a ayudar; ¡ya lo verás!
La recomendación proviene de una persona que se ha especializado en San Pituitario. Nunca lo conoció, no trabó conversación alguna con él. Ni siquiera lo vio. Sabe, desde luego, lo que le han dicho o lo que se ha escrito al respecto pero nada más. El resto es fe. O mera costumbre de repetir las cosas hasta que se llegan a convertir en una ilusión casi cierta.
De haber existido, estoy seguro que el propio Pituitario no se hubiera conocido con la amplitud y profundidad con que lo conocen las beatas que lo recomiendan.
Así, sería sano, antes de hablar de algo, por lo menos analizar si está uno en condiciones de hablar del asunto o no.
En caso contrario, se puede llegar muy lejos en la división de noticieros de alguna corporación mierdera.
"Es peor que tragar mierda"
"Eso no sucede ni en Marte"
"Ni en un millón de años"
"Mi vida es un infierno"
Pero, sin lugar a dudas, hay cosas en verdad sorprendentes:
--Rézale a San Pituitario, Él, con su infinita misericordia, te va a ayudar; ¡ya lo verás!
La recomendación proviene de una persona que se ha especializado en San Pituitario. Nunca lo conoció, no trabó conversación alguna con él. Ni siquiera lo vio. Sabe, desde luego, lo que le han dicho o lo que se ha escrito al respecto pero nada más. El resto es fe. O mera costumbre de repetir las cosas hasta que se llegan a convertir en una ilusión casi cierta.
De haber existido, estoy seguro que el propio Pituitario no se hubiera conocido con la amplitud y profundidad con que lo conocen las beatas que lo recomiendan.
Así, sería sano, antes de hablar de algo, por lo menos analizar si está uno en condiciones de hablar del asunto o no.
En caso contrario, se puede llegar muy lejos en la división de noticieros de alguna corporación mierdera.
domingo, 25 de mayo de 2008
LA FUERZA DE LA COSTUMBRE
Al principio de la cobarde y criminal Invasión a Irak, las bajas de civiles nos escandalizaban.
Ya no.
Ya nos acostumbramos.
Según cálculos serios de instituciones serias norteamericanas, a la fecha, el número de bajas civiles en Irak, asciende a alrededor de un millón.
Sin embargo, ya no parece mucho.
Ya nos acostumbramos.
De pronto, leemos: ¡¡¡¡¡CAMIONAZO!!! DIECIOCHO MUERTOS.
Nos impresionamos.
Pero si hubiera un camionazo de esos cada día ya no importaría.
Es la fuerza de la costumbre.
Y así, en todo, la costumbre manda.
Si alguien dice una mentira y ésta se repite por generacioes, termina por convertirse en ley.
Nadie se toma la molestia de pensar.
Mucho menos, ponerse a analizar las cosas.
Es infinitamente más sencillo el hacerse a la costumbre.
En todo.
Sencillamente, nos acostumbramos.
Y ya.
Así las cosas, ¿qué puede cambiar?
Ya no.
Ya nos acostumbramos.
Según cálculos serios de instituciones serias norteamericanas, a la fecha, el número de bajas civiles en Irak, asciende a alrededor de un millón.
Sin embargo, ya no parece mucho.
Ya nos acostumbramos.
De pronto, leemos: ¡¡¡¡¡CAMIONAZO!!! DIECIOCHO MUERTOS.
Nos impresionamos.
Pero si hubiera un camionazo de esos cada día ya no importaría.
Es la fuerza de la costumbre.
Y así, en todo, la costumbre manda.
Si alguien dice una mentira y ésta se repite por generacioes, termina por convertirse en ley.
Nadie se toma la molestia de pensar.
Mucho menos, ponerse a analizar las cosas.
Es infinitamente más sencillo el hacerse a la costumbre.
En todo.
Sencillamente, nos acostumbramos.
Y ya.
Así las cosas, ¿qué puede cambiar?
sábado, 24 de mayo de 2008
VERY, VERY RIDICULO
Mi colega alemán caminaba a mi lado por Coyoacán.
Disfrutábamos lo poco que queda al peatón, que son trozos de banqueta.
Horst comentó:
--He escalado el Popocatépetl y en verdad es menos peligroso que estas calles. Por lo menos, para escalar va uno preparado, aquí no.
--No será para tanto. Unas cuántas coladeras abiertas, los adoquines levantados y los bloques de banqueta casi a medio metro del suelo no son gran cosa. Imagino que en Alemania es más o menos igual, ¿o, no?
Intentó responder pero en eso pasaron dos micro buses echando carreras y el ruido infernal de sus escapes cromados no permitieron que Horst hablara aún varios minutos después de que los monstruos habían desaparecido, pues las alarmas que habían disparado permanecieron en el ambiente.
Huímos a una calle menos transitada.
En esta, hubimos de bajar al arroyo pues los automóviles estacionados sobre las banquetas impedían el paso.
No nos asaltaron, ni nada y por fin llegamos a un restaurante de comida típica.
Horst pidió una cerveza y yo un Jarritos pero no había así que me bebí una Pecsi.
Saqué distraídamente un cigarrillo y un mesero se acercó, solícito:
--Perdone, Señor, pero está prohibido fumar.
Horst sonrió.
--¿Qué te parece?
--No me lo van a creer en casa.
Disfrutábamos lo poco que queda al peatón, que son trozos de banqueta.
Horst comentó:
--He escalado el Popocatépetl y en verdad es menos peligroso que estas calles. Por lo menos, para escalar va uno preparado, aquí no.
--No será para tanto. Unas cuántas coladeras abiertas, los adoquines levantados y los bloques de banqueta casi a medio metro del suelo no son gran cosa. Imagino que en Alemania es más o menos igual, ¿o, no?
Intentó responder pero en eso pasaron dos micro buses echando carreras y el ruido infernal de sus escapes cromados no permitieron que Horst hablara aún varios minutos después de que los monstruos habían desaparecido, pues las alarmas que habían disparado permanecieron en el ambiente.
Huímos a una calle menos transitada.
En esta, hubimos de bajar al arroyo pues los automóviles estacionados sobre las banquetas impedían el paso.
No nos asaltaron, ni nada y por fin llegamos a un restaurante de comida típica.
Horst pidió una cerveza y yo un Jarritos pero no había así que me bebí una Pecsi.
Saqué distraídamente un cigarrillo y un mesero se acercó, solícito:
--Perdone, Señor, pero está prohibido fumar.
Horst sonrió.
--¿Qué te parece?
--No me lo van a creer en casa.
sábado, 10 de mayo de 2008
PETROLEO (I)
No creo que se necesite ser especialista y mucho menos mago para comprender él porqué NO DEBE COMPROMETERSE PEMEX con NADIE.
El petróleo es un recurso no renovable.
Se agota.
Pero además, el ser humano lo utiliza indiectamente en el noventa por ciento de las cosas que consume a diario.
No es solamente un combustible.
Por tanto, si es de uso universal, y su demanda crece día con día, ¿para qué asociarse?
Digamos que PEMEX es la GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO.
¿Para qué deseo asociarme con el vecino?
Y peor aún, la actual administración parece que desea vender la gallina por kilo, para caldo.
En serio.
Recordemos que vivimos en un país donde un presidente de la República considera que cuatro y dos son lo mismo.
¡Dios nos coja confesados!
El petróleo es un recurso no renovable.
Se agota.
Pero además, el ser humano lo utiliza indiectamente en el noventa por ciento de las cosas que consume a diario.
No es solamente un combustible.
Por tanto, si es de uso universal, y su demanda crece día con día, ¿para qué asociarse?
Digamos que PEMEX es la GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO.
¿Para qué deseo asociarme con el vecino?
Y peor aún, la actual administración parece que desea vender la gallina por kilo, para caldo.
En serio.
Recordemos que vivimos en un país donde un presidente de la República considera que cuatro y dos son lo mismo.
¡Dios nos coja confesados!
lunes, 5 de mayo de 2008
ANALIZANDO AL SEÑOR FOX
Podría parecer una pérdida de tiempo a primera vista.
¿Analizar a Fox? ¿Para qué?
Porque solo analizándolo se puede intentar comprender parte del desastre que vive diariamente nuestro país.
Para este análisis, deseo ir a lo más sencillo, lo más tangible (de hecho, una tesis bien elaborada sobre el elemento Fox, no debería abarcar más de media cuartilla).
"Ambos cuatro"
Este elemento (Fox) se atreve a decir "ambos cuatro" y recalca, instantes después: "y sí puede decir así".
Muy bien, esto quiere decir que para el ente denominado Vicente Fox, es lo mismo dos que cuatro y viceversa.
Con esta lógica elegante, tres son igual que seis y podríamos hablar de quintetos de diez,
cuartetos de ocho y así sucecivamente.
Estos lo explica todo.
¿Analizar a Fox? ¿Para qué?
Porque solo analizándolo se puede intentar comprender parte del desastre que vive diariamente nuestro país.
Para este análisis, deseo ir a lo más sencillo, lo más tangible (de hecho, una tesis bien elaborada sobre el elemento Fox, no debería abarcar más de media cuartilla).
"Ambos cuatro"
Este elemento (Fox) se atreve a decir "ambos cuatro" y recalca, instantes después: "y sí puede decir así".
Muy bien, esto quiere decir que para el ente denominado Vicente Fox, es lo mismo dos que cuatro y viceversa.
Con esta lógica elegante, tres son igual que seis y podríamos hablar de quintetos de diez,
cuartetos de ocho y así sucecivamente.
Estos lo explica todo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)