domingo, 25 de mayo de 2008

LA FUERZA DE LA COSTUMBRE

Al principio de la cobarde y criminal Invasión a Irak, las bajas de civiles nos escandalizaban.
Ya no.
Ya nos acostumbramos.
Según cálculos serios de instituciones serias norteamericanas, a la fecha, el número de bajas civiles en Irak, asciende a alrededor de un millón.
Sin embargo, ya no parece mucho.
Ya nos acostumbramos.
De pronto, leemos: ¡¡¡¡¡CAMIONAZO!!! DIECIOCHO MUERTOS.
Nos impresionamos.
Pero si hubiera un camionazo de esos cada día ya no importaría.
Es la fuerza de la costumbre.
Y así, en todo, la costumbre manda.
Si alguien dice una mentira y ésta se repite por generacioes, termina por convertirse en ley.
Nadie se toma la molestia de pensar.
Mucho menos, ponerse a analizar las cosas.
Es infinitamente más sencillo el hacerse a la costumbre.
En todo.
Sencillamente, nos acostumbramos.
Y ya.
Así las cosas, ¿qué puede cambiar?

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