sábado, 31 de mayo de 2008

TIEMPO DE HAMBRE (II)

Las azoteas son el lugar de desperdicio por excelencia.
Donde ya no hay casa habitación ni nada, puede haber plantas y/o animales.
El hambre ya está aquí.
Ya no es una amenaza.
Podemos enfrentarla si nos organizamos.
Lo primero que hay que hacer es adecuar una azotea, terraza o cualquier espacio soleado y disponible.
Se pueden comprar cabras, gallinas, codornices, faisanes, conejos.
Suena a utópico pero ahora es a la fuerza.
Tener huevos disponibles, carne, leche --en potencia quesos-- en un espacio que no utilizábamos es una ganancia total.
Desde luego que hay que adquirir los animales, pero, ¿cuánto cuestan? ¿Cuánto cuesta para el caso una fiesta de cumpleaños o una borrachera?
Y las fiestas no nos ayudan a comer y las borracheras no traen nada bueno.
Supongamos por un momento que la familia Gomez tiene en su azotea un par de cabras, unas tres o cuatro gallinas y dos parejas de conejos. Al mismo tiempo, en sus macetas siembra maíz, frijol, chile, jitomate y papas.
Tendrá a su disposición un salvavidas para el temporal que arrecia.
Por otra parte, subir a la azotea se convierte en un insospechado placer y en un contacto con la Naturaleza.
Hay que hacerlo.
¡Ya!

No hay comentarios: