jueves, 28 de mayo de 2009

UNA LECCIÓN DE ECONOMÍA

Me permito dar una pequeña lección de economía a nuestros grandes y sobresalientes economistas de los últimos veintisiete años; a estos brillantísimos egresados de Harvard, Yale, MIT y otros mugreros por el estilo.
Por si no lo saben, la economía no funciona de arriba para abajo, sino al contrario.
La base de la pirámide social es la que soporta las capas superiores. Sin una base sólida, el edificio social se desploma irremediablemente.
Mientras el grueso de la población reciba a cambio de su trabajo un salario mínimo realmente insultante, el resto de la pirámide permanecerá enfermo.
Tomemos como base el salario mínimo actual, independientemente de la zona. El trabajador gana apenas para transporte y mal comer. 
Si no tiene dinero para vestido, vivienda, diversión y --mucho menos-- ahorro, ¿cómo va a progresar el resto de la pirámide?
Si el trabajador pudiera adquirir bienes diversos, se activaría la economía de inmediato.
Sí. Ya sé, los niños que remaban en el río Charles dirán que esto es inflacionario y que la macroeconomía no funcionará. A estos pendejetes les digo que la macroeconomía no existe cuando se derrumba el edificio social.
¡Cuidado!
El nuestro está a punto de desplomarse.
Aunque, macroeconómicamente --¿de donde habrán sacado esta idiotez?-- estemos bien.
De acuerdo a los engendros de Boston y sus alrededores, el muerto goza de cabal salud.

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