lunes, 23 de junio de 2008

COMUNISMO, TERRORISMO, TABAQUISMO: ES LO MISMO

Me resulta casi inexplicable la crueldad con que hoy en día son tratados los fumadores en la sociedad fascistoide mal llamada "civilización”.
Esgrimiendo el cuento de que el asunto te mata, se ha motivado una agresión constante contra los fumadores, otrora atractivos miembros de la sociedad del humo --que tanto nos enseñaron a amar, a su debido tiempo--.
Habría que hacer un estudio serio para contar las partículas sólidas que aspira el ciudadano común de una metrópoli “civilizada”, o sea, de no fumadores.
Habría que cuantificar el daño que nos hace a la piel --y, para el caso, a todo el organismo-- el agujero en la capa de ozono que perforaron los Dupont y otros cerdos de la misma ralea, a conciencia, para enriquecerse todavía más, y que es infinitamente más peligroso para la salud que todos los fumadores juntos, pasados, presentes y –si se los permiten-- futuros.
Esta cruzada es absurda; pasa por alto venenos sociales verdaderamente pavorosos como son el alcohol o el crack. Y ¿qué decir de la cocaína?
No conozco a nadie que lo haya perdido todo por fumar tabaco.
Conozco innumeatables casos de personas que lo perdieron todo a causa del alcohol y otras drogas.
No. La lucha contra el tabaco es nada más la materialización de un enemigo ficticio. En su momento, fue el comunismo o el terrorismo, luego, el Islamismo; ahora, el tabaquismo.
Nadie en su sano juicio puede negar que el tabaco después de una dosis determinada, es peligroso para la salud, pero tampoco se piense que es la causa de todos los problemas que nos aquejan.
Pero los borregos no entienden de razones. Si les dices que el que fuma es peor que el que abusa de niños, lo creen, porque es fácil creer y el pensar es difícil.
Los mismos entes repugnantes, ruines y mierderos que firman leyes condenando el humo del tabaco, ese mismo día tiran bombas de fósforo blanco y de W77 en Iraq, sobre población civil, ABSOLUTAMENTE INDEFENSA: niños, mujeres embarazadas, enfermos y ancianos, quienes no han hecho mal a nadie y cuyo único pecado ha sido la mala suerte de tener una gran cantidad de petróleo bajo sus pies.
Hay quien se bebe una botella de alcohol, pero no puede tolerar que su vecino encienda un cigarrillo.
Es muy difícil que alguien ocasione un accidente fatal mientras fuma un cigarrillo, sin embargo, el sano, el civilizado, el que no fuma, conducirá su camioneta --contaminante, cuatro por cuatro-- en pleno estado de ebriedad, arriesgando todo y a todos, pero, desde luego, no matará a nadie con una larga aplicación --¡años!-- del ya famoso "second hand smoking".
¿Dónde está la Lógica?

1 comentario:

Hyalyago dijo...

Me parece muy acertado el argumento en toda base, excepto por una cosa: la fanática lucha contra el tabaco no tiene nada que ver con las bombas y los conflictos internacionales.

Es más bien una cuestión de cinismo e hipocresía de los gobiernos, como es el caso de España, cuyo gobierno condena a los fumadores al mismo tiempo que se LUCRA con sus impuestos de una manera abusiva y descabellada.