¿Y LA OBESIDAD, SEÑORES LEGISLADORES?

Da un enorme gusto saber que, por lo menos, tenemos toques de primer mundo en este nuestro México.
Para muestra, ese detalle de distinción de prohibir fumar, utilizando el más recalcitrante
fascismo en pos de la salud pública.
Según esto, los problemas de salud relacionados con el tabaquismo son demasiado graves y nos dañan a todos por igual porque además nos cuestan mucho dinero en impuestos el tratar a los fumadores y a los fumadores de segunda instancia.
Muy bien, sin embargo ¿qué se ha hecho con respecto a los problemas de salud relacionados con la obesidad?
De acuerdo al especialista Rafael Schuchleib --Notimex, mayo 2, 2008-- las enfermedades relacionadas con el tabaquismo causan alrededor de sesenta mil muertes al año en el país.
Por otra parte, la obesidad en México se asocia con trescientas mil muertes al año --René Drucker, La Jornada, junio 10, 2008--.
Así que, la obesidad causa cinco veces más muertes y, por ende, problemas de salud, también muy costosos y ningún legislador ha hecho nada al respecto, ni siquiera que se prohiban los puestos de fritangas y porquerías al aire libre, donde algunos de esos legisladores --muchos, seguramente-- deben haberse nutrido mientras trabajaban la ley para proteger la salud y el presupuesto de sus representados.
México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad de acuerdo al sector salud --La Jornada, junio 10, 2008--.
Así anda la cosa; leyes elegantes en un país de gorditos tercermundistas.